Hace un par de años realicé una nota para La Gaceta sobre la práctica del Origami y sus posibilidades… a plegar!!!
Les transcribo una parte del texto y el video de esa linda nota
Si de equilibrio se habla, Gustavo lo encontró en un añejo libro japonés de hojas de papel de arroz que le enseñó a plegar un papel y darle múltiples formas. Abstraído, empezó una suerte de meditación en movimiento sin darse cuenta. “Cuando vas explorando el origami -confiesa- hay como un gasto de energía, hasta que uno aprende y trasciende límites. La motricidad fina se desarrolla, nuevas conexiones cerebrales se instalan… Luego, todo es sencillo”.