Trabajo con la técnica de paperfolding, procedente del origami tradicional. El papel es el principal material con el que produzco. La secuencia inicia con trazos y esquemas en el dorso del papel, lo que implica trabajar el negativo de la imagen deseada, luego el marcado y por último lo someto al plegado manual.
Dibujar, marcar, plegar. Trilogía dominada por el tacto y la memoria motriz, que describe un equilibrio dinámico de tensión y relajación. La volumetría estructural que emerge, conforma la superficie donde la luz se posa, generando sombras, matices y abstracciones determinadas por el plegado. Muta por la incidencia de la luz, haciendo que sus tonos y relieves se transformen.
Intento rasgar el velo de la dualidad. Me interesa el acercamiento de opuestos y antagonismos, luces y sombras que componen la naturaleza humana y se reflejan por medio de fragmentos que componen un todo. Este equilibrio mutable entre tensión y relajación, sonido y silencio, se convierte en espacio experimental y evolutivo, donde las estructuras emergen de tensiones. Sin tensión adecuada no hay estructura posible. Si existe demasiada tensión, corremos el riesgo de romperla. De esta dinámica surge cierta estabilidad aparente, que convive en el espacio con las dudas que genera el estímulo de lo nuevo.