Nuestros sentidos son lenguajes que definen nuestra percepción, le dan un marco. Desde ellos interpretamos el mundo, lo que en él sucede y su impacto en nosotros. Inmersos en un incesante bombardeo de estímulos sensoriales diarios, muchas veces nuestra percepción se distorsiona o contamina. Nos acostumbramos al ruido de la ciudad, a elevar el volumen de la voz al hablar, a estar muchas horas frente a pantallas y monitores, a los aromas extraños citadinos, a sabores poco naturales… resulta entonces que nos llenamos de estímulos sensoriales que nos generan necesidades de otros espacios.
El Banquete de Sentidos fue servido y convidado el 9 de mayo pasado
… el silencio y sonidos relajantes impregnaron la atmósfera y habitamos un espacio donde las palabras no fueron urgentes. Nuestro paladar se regocijó en las notas sublimes de vinos Bio-dinámicos de @Bodega Luna de Cuarzo, de Silvia Gramajo, a quien agradezco su generosidad y por, además de alegrar nuestras bocas, activar nuestra glándula pineal con semejante estímulo impregnado de la sabiduría del valle calchaquí. Aromas flotando en el aire abrieron nuestro sentido más primario y ancestral. Que nos dijo claramente “aquí no hay peligro, podemos disfrutar”. La vista fue impregnada de colores y formas, del lenguaje abstracto de la geometría y mandalas de luz, que conjugó magistralmenteRenzo Strada con un mapping digital. Contenida la experiencia en una puesta de grandes plegados, de reminiscencia uterina, espacio íntimo donde las vibraciones nos atravesaron. Acunados por los origamis gigantes nos fundimos en la experiencia y llevamos nuestros sentidos a un nuevo umbral de posibilidades… Felices los invitados al Banquete de Sentidos!
Agradezco la invaluable participación de Julio Gutierres que hizo el registro fotográfico que ahora disfrutamos!!
En especial agradezco a Diana Ferullo que me ayudó con el nombre de la puesta que sintetiza con maestría el espíritu de la propuesta y lo bautizó como Banquete de Sentidos.
Mi gratitud también a Gustavo Tomaspolky de Mega Iluminación por su ayuda.
Agradezco también al Centro Cultural Virla por la sala y la colaboración que me brindaron en esta autogestionada producción
